La #1 es la perdición de la mayoría.
1. Faltas de Ortografía (58%)
Si somos descuidados para presentar una candidatura de trabajo, cómo vamos a ser a la hora de hacer el trabajo en sí. Aunque se deban a un pequeño desliz del dedo en el teclado, las faltas hablan muy mal de nosotros.
Si, además, se nota que hacemos faltas porque no sabemos escribir correctamente, el CV acabará en la basura inmediatamente. En muchos casos, roto, arrugado y reducido a pedazos.
Los procesadores de texto como Word incluyen herramientas de revisión ortográfica, pero se les pueden escapar algunas cosas. Es recomendable siempre pedirle a otra persona que revise nuestro Currículum antes de enviarlo.
2. Currículums Genéricos, No Personalizados para el Trabajo (36%)
¿Por qué le va a importar a nuestro futuro jefe que trabajábamos en un bar cuando teníamos 18 años, si ahora tenemos 26 y queremos trabajar de arquitecto? ¿Qué más da que tengamos carné de conducir si nos estamos presentando a un trabajo de oficina?
La tendencia a incluirlo todo y más en el CV es contraproducente. Da la impresión de que hemos enviado el currículum a millones de empresas, y en el fondo nos da igual cuál de ellas nos llame.
3. Copiar Gran parte del Texto de la Oferta de Trabajo (32%)
La persona que va a recibir nuestro CV es, con toda probabilidad, la misma que ha redactado la oferta de trabajo. Si le copiamos palabra por palabra el texto de la oferta, no sólo nos cazará en cinco minutos. Además, se sentirá estafada.
Aunque tengamos el perfil perfecto para el puesto, nunca nos llamarán para una entrevista. ¿Dónde está nuestra integridad profesional?
4. Tener una Dirección de Email inapropiada (31%)
No, babysweet88@hotmail.com no es una dirección de email que se pueda poner en un CV. Todos hemos tenido 15 años y hemos registrado un email ridículo. Pero en nuestro CV tenemos que demostrar que ya no tenemos 15 años, y que sabemos qué es un email profesional y qué es un nombre de usuario que tendría que avergonzarnos.
Puede que laura.lopez@servidordeemail.com ya exista, pero usando un poco de imaginación (¡sólo un poco!) encontraremos algún email serio que nos sirva.
5. No Incluir las Fechas de Nuestro Antiguo Empleo (27%)
Nuestra experiencia será muy diferente si estuvimos dos meses o dos años haciendo un trabajo. Este error es grave, sobre todo, porque inmediatamente hace pensar que nos echaron de todos los trabajos a la semana y media.
Los candidatos que no ponen las fechas del empleo en un CV suelen estar preocupados porque estuvieron muy poco tiempo en un mismo trabajo, o porque estuvieron 11 meses en un sitio: un número raro, que hace pensar en un posible despido.
La realidad es que cualquier cosa es mejor, que lo que pasa por la mente de un profesional de Recursos Humanos cuando ve un CV sin fechas. Así que es mejor ser honesto, admitir que nos echaron a la calle en el mes 11, y explicar qué aprendimos de la experiencia.
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