Un caza talento entrenado descubrirá al instante las inconsistencias de tu información y te descartará para el empleo. No caigas en la trampa, evita mentir.
Una de las faltas más graves y también más comunes que cometen los aspirantes al buscar empleo, es mentir acerca de su experiencia profesional.
Para un reclutador es sencillo detectar las inconsistencias o los datos falsos tanto en el currículum, como en la entrevista; sólo tener capacidad de observación y realizar preguntas clave para descubrir a un candidato deshonesto y descartarlo definitivamente del proceso de selección.
¿Cuáles son las mentiras más comunes? Aquí te lo decimos:
Sobre la preparación o formación académica
- Mencionar estudios no realizados o que quedaron incompletos. Es uno de los engaños más comunes y fáciles de detectar pues basta con que un reclutador te solicite acreditar tus conocimientos con los certificados o diplomas correspondientes para darse cuenta de que has mentido.
- El nivel o dominio de otro idioma. También es frecuente que los aspirantes exageren sobre sus conocimientos de una segunda lengua. El problema viene cuando el reclutador les pide responder un test de acuerdo al nivel que dicen tener o incluso, seguir la entrevista en el idioma que supuestamente domina. Lo recomendable en este caso es que si no conoces una lengua extranjera, omitas la información y que sea el reclutador quien decida si es un requisito indispensable para el puesto y por lo tanto, para la contratación.
Sobre la experiencia profesional
- Alterar fechas u omitir periodos de desempleo. Ocurre usualmente cuando un aspirante intenta ocultar los cambios frecuentes de empleo o lapsos de desempleo. La mentira es fácil de descubrir si el reclutador te solicita un historial de seguridad social o cartas de recomendación de tus empleos anteriores. La solución más sencilla es elaborar un currículum de competencias y no uno cronológico, de esta manera, no habrá fechas obligatorias que mencionar. Por otro lado, si ya lo hiciste, puedes explicar al reclutador que durante esos lapsos, hiciste trabajos de voluntariado, tomaste cursos de actualización o incluso, estuviste de viaje.
- Incluir experiencias no realizadas, mencionar empleos inexistentes. Esta es una mentira a la que generalmente recurren los aspirantes jóvenes con poca o nula experiencia laboral. El reclutador descubrirá en cuanto te pida que describas tus actividades en los puestos que citaste o te cuestione sobre conocimientos específicos del área que deberías dominar. También podría descubrirte solicitándote los números directos de tu empresa o tus ex efes inmediatos. La manera de evitarlo es similar a la anterior, elaborar un currículum de competencias y concentrarte en tus habilidades y destrezas, no en tu trayectoria.
Cualquiera que sea la situación, siempre la mejor opción es decir la verdad. Las empresas valoran la honestidad de sus empleados porque ello los convierte en depositarios de confianza y de responsabilidades. De modo que cuando envíes un currículum, considera que hablar con sinceridad incrementa tus posibilidades de obtener el empleo que buscas.
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