Cuando te encuentras en una entrevista de trabajo, puede resultar fácil que te concentres únicamente en demostrar que eres el mejor candidato para el puesto y solo te esfuerces en brindar al entrevistador exactamente lo que está buscando.
Sin embargo, también es necesario que consideres que una entrevista de este tipo siempre un proceso bidireccional, en el que tú necesitas aprovechar el momento para conocer a tu posible empleador, las responsabilidades que tendrías que adoptar y sobre todo las condiciones en las que te desenvolverás en caso de ser seleccionado.
Ante esto, se recomienda observar ciertas claves que pueden indicarte si la vacante y la empresa, convienen a tus intereses y necesidades profesionales.
- El entrevistador habla mal de sus competidores. Si el reclutador aprovecha cada momento para hablar mal sobre la competencia, deberías considerar esta advertencia. Nadie quiere pasar sus días con alguien que le gusta ser negativo, pregúntate a ti mismo: ¿Por qué el entrevistador siente la necesidad de hacer eso? ¿Podría ser que la competencia está muy por encima en beneficios para sus trabajadores?
De cualquier manera, escuchar cuidadosamente las pistas que el entrevistador te esté diciendo es clave. ¿Por qué no darle a la competencia una mirada y ver que ofrecen?
- El empleador critica a la persona a la que reemplazarías. Los entrevistadores deberían ser profesionales, y saber que su trabajo es tanto vender la compañía como saber evaluar para el puesto. Si el entrevistador está hablando mal de una persona que dejó el puesto por el cual se está aplicando, lo más probable es que algo haya ido muy mal con esa relación de trabajo. Se tiene que tomar en cuenta si realmente se necesita ese tipo de atmósfera cuando se pasa mucho tiempo en el trabajo.
- Sí la compañía no puede demostrar que exista un desarrollo profesional para sus trabajadores. Si el entrevistador no proporciona recientes ejemplos sólidos de la progresión y crecimiento de colaboradores en la empresa, valora si es conveniente para tu carrera.
- Nunca menciona a su equipo. Uno de los mejores signos para saber si se está aplicando para un puesto de trabajo positivo, es conocer con qué tipo de equipo se va a colaborar. También que se mantengan positivos sin importar que suceda. Si el reclutador solamente habla de sí mismo, y el equipo es raramente mencionado, te puedes dar cuenta de qué tipo de cultura laboral cuentan.
- Nadie parece feliz en su puesto. Si es posible, al esperar en la recepción antes de la entrevista, observa a algunos de los trabajadores y mira si ellos están felices en el trabajo. ¿Es la recepcionista genuinamente agradable y dada a hablar? ¿Cómo es la interacción entre los miembros del equipo? ¿Saludan y tratan de hacerte sentir bienvenido?
Todas estas señales te ayudarán a conocer un poco más sobre el tipo de ambiente en el que podrías estar conviviendo en un futuro.
- No responde tus preguntas. La evasión nunca es un buen signo. Si el reclutador trata de apresurar la reunión y no te da la oportunidad de hacer ninguna pregunta, o algo peor, si conscientemente evade responder, posiblemente haya algo que tratan de esconder.
- Es ambiguo sobre tus futuras funciones, el salario y los beneficios. Si no quedas con un panorama claro sobre las funciones que corresponderían al puesto al que aspiras o la descripción del trabajo ha cambiado repentinamente, son señales de alerta. Si se agrega que no existe una precisión sobre el salario y los beneficios que te ofrecen, será mejor que lo pienses varias veces antes de aceptar.
Antes de decir que sí, dedica tiempo suficiente para reflexionar sobre qué es lo que buscas de una compañía, y tu próximo puesto de trabajo.
Es conveniente para tu futuro profesional que observes con detenimiento cualquier señal que te haga dudar sobre si te conviene la oferta y el mejor momento es en la entrevista laboral.
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